Bailando con Sendero

Por Fredy León

 

Para el sector más recalcitrante y menos pensante de la derecha, Sendero Luminoso seguirá siendo el pretexto ideal para crear un clima de histeria política, revivir miedos del pasado y digitar, conforme a sus intereses, la agenda del país con la única intencionalidad de obtener réditos políticos en las próximas elecciones.

 

La derecha necesita inventar un enemigo artificial a su medida, de ahí que mantener vivo el cadáver putrefacto de SL le es útil a su esquema, por lo menos en el corto plazo, que es donde se mueve y es el límite hasta donde llega su pequeña ambición de poder.

 

No se necesita ser demasiado avispado para darse cuenta del inmenso rechazo que genera Sendero Luminoso en la sociedad y la nula posibilidad que tienen los lunáticos neo senderistas, que pululan en ese engendro denominado Movadef o los que vienen saliendo de prisión, de influir en los destinos del país.

 

Solo un discapacitado mental podría atreverse a insinuar -sin sonrojarse- que SL sigue manteniendo su capacidad para cometer acciones terroristas. Esa es una falacia, y en el peor de los casos, es no entender nada la naturaleza de la derrota estratégica que sufrió SL ni la dinámica interna de cómo funcionaba esa secta terrorista y dogmática fundada por Abimael Guzmán.

 

El proyecto histórico, original de SL, el que sostenía que “la violencia es una ley universal y la guerra popular el único método para tomar el poder”, ya no existe, fue derrotado por los propios campesinos que se rebelaron contra el terror impuesto por Sendero, y luego rematado con broche de oro, con la detención de la cúpula senderista.

 

Una vez detenido Abimael Guzmán, el senderismo como proyecto político si difuminó en la nada.

 

Sendero Luminoso es obra personal de Abimael, es la máxima realización del llamado “pensamiento Gonzalo”, ese esperpento seudo teórico elevado a dogma infalible y supuesta guía toda poderosa que debía conducirlos a la victoria. Así como Sendero Luminoso no puede existir desligado del “pensamiento Gonzalo”, tampoco puede reconstruirse bajo la jefatura de otra persona que no sea Abimael Guzmán.

 

En Sendero Luminoso Abimael tenía la hegemonía absoluta de pensar y decidir, ahí no existía ninguna cadena de mando. Abimael decidía y los demás obedecían. Ningún otro dirigente estaba al nivel de Abimael y todos debían prometer obsecuencia total al pensamiento Gonzalo. En esa secta dogmática, el culto a la personalidad de Abimael llegó a niveles paranoicos.

 

Antes de la detención de Abimael, Sendero alucinaba que había logrado “el equilibrio estratégico”; según ellos estaban en la fase culminante de su guerra y se disponían a “rematar con sello de oro la ofensiva final para tomar el poder.” Luego de la detención de Abimael, todo ese cuadro apocalíptico que Sendero se imaginaba, se derrumbó como un castillo de arena.

 

La detención de Abimael cambió repentinamente toda la narrativa que vendía Sendero. Del ficticio “equilibrio estratégico” que hablaban, Sendero pasó en cuestión de horas a sufrir una verdadera derrota estratégica que significó su final.

 

De sepultureros del sistema terminaron sepultados por ese sistema que decían combatir.

 

¿Qué pasó? Pues simplemente Sendero nunca estuvo en condiciones de tomar el poder. Sendero era una pequeña y sanguinaria máquina de terror que explotó en pedazos cuando detuvieron a su máximo líder. La narrativa espeluznante que hoy hace la derecha de Sendero Luminoso, es por lo tanto antojadiza y no corresponde a la realidad.

 

Hoy no existe la mínima posibilidad que SL vuelva a repetir esa nefasta experiencia de sangre y terror. Si el grupo fraccional de los hermanos Quispe Palomino sobrevive en el valle del VRAE, es más por la ineptitud del estado que por méritos propios de esa gavilla de narcoterroristas; y si el Movadef es un tema que concita atención, es más por las primeras planas que la prensa sensacionalista le brinda que por una presencia real en la sociedad de esa secta.

 

La única importancia política que tienen los remanentes de SL es haberse convertido en los tontos útiles que la derecha necesita para crear un falso escenario político. Sendero es la comparsa perfecta para distraer la atención pública, una fábrica de distracciones utilizado para justificar todo tipo de tropelías. Sendero sirve de pasatiempo, es para esos momentos cuando alguien señala con el dedo la luna, y aparecen algunos despistados que se quedan impávidos contemplando el dedo.

 

En el campo de la manipulación mediática la derecha no da puntada sin hilo. La derecha está contenta por haber metido nuevamente el tema del terror como punto central del debate y Sendero Luminoso feliz por sus dos segundos de fama que la prensa le ha otorgado, tal como sucedió hace poco con la huelga magisterial y ahora con morbosa cobertura mediática brindada a la bailarina Maritza Garrido Lecca, la imberbe muchachita que se hizo famosa por haber dado cobijo al líder senderista.

 

Tal como nos tienen acostumbrados la derecha bruta y achorada cuando ven que la coyuntura política les es desfavorable, han aprovechado la libertad de la bailarina para desatar una horrorosa campaña de miedo y logrado darle una relevancia política a un hecho intrascendente convirtiendo a la intonsa y comedida centinela de Abimael, en una despiadada dirigente senderista.

 

Luego de haber cumplido 25 años en prisión, condenada bajo las leyes dictadas por la dictadura fujimontesinista, la libertad de Maritza Garrido Lecca ha sido presentada como si fuera una terrible amenaza para la seguridad del país. Algunos, hasta se imaginan a la pobre bailarina asumiendo el liderazgo de las huestes senderistas, dispuesta a retomar el sendero de terror dejado por Abimael, para ahora sí, incendiar el país con alguna danza macabra.

 

El vulgar y penoso acoso personal que es objeto Maritza Garrido Lecca es realmente vergonzante. No sé si la bailarina se ha retractado de su pasado senderista, ese es un problema de ella y su conciencia, pero la prensa no puede actuar como caníbales dispuestos a devorar a su víctima, ni la defensa de la democracia puede ser utilizada como pretexto para linchar públicamente a una persona que ha cumplido con su sentencia.

 

Por más que el fujimontesinismo lo intente, no se puede encarcelar las ideas.

 

El viejo Sendero Luminoso de Abimael ya no existe, ha quedado convertido en un colosal montón de basura, tirado en el basurero de la historia, y si alguien pretende resucitarlo, no hay duda que esa aventura acabaría en una vulgar farsa. Al nuevo neo senderismo, representado por Movadef, hay que combatirlo con ideas y más ideas, y para ello hay que desnudar esa conducta retrógrada de la derecha que ha permitido a los senderistas presentarse como nuevas víctimas de esa cacería de brujas que la derecha viene torpemente implementando.

 

Movadef no tiene nada que ofrecer al país, sobrevive en la sombra como una fuerza marginal, que para horror de los viejos senderistas que juraron que no había vuelta atrás en su decisión de incendiar la pradera, ahora busca afanosamente integrarse al viejo sistema capitalista, ese sistema que alguna vez dijeron combatir con las armas hasta vencer.

 

 

 

 

 

 

 

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"Nada de lo que es humano me es ajeno." Federico Engels
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Una respuesta a Bailando con Sendero

  1. Los que conocimos a Guzmán en la UNSA podemos asegurar: nunca militó en el PC, y entonces el PC no era lo que es hoy, era muy fuerte y muy respetado. A Abimael se le conocía por ser hermano de un filósofo existencialista llamado Edgard Guzmán Jorquera, profesor de la UNSA. Guzmán era, también, primohermano de Juan (Lolo) Reynoso Díaz un tipo que usurpando el nombre del partido comunista manejaba un grupo de alumnos y profesores para imponer ciertas condiciones y autoridades, más se le conocía por traficar con copias. Finalmente a Guzmán se le conocía como discípulo de Miguel Ángel Rodríguez Rivas el profesor de Concepción Física del Mundo en años previos de Letras, que era famoso por su rectitud y disciplina, además de buen profesor. Su entorno estaba constituido NO por profesores progresistas que los había, sino por catedráticos reaccionarios. Andaba solo, con uno o dos libros en el brazo derecho siempre pegados al pecho. Caminaba con displicencia y miraba chiquito a todo el mundo, sobre todo a los militantes de la JCP, a quienes, dicho sea de paso, les caía espeso. A veces conversaba con Magdiel Gonzales que era el responsable (clandestino) de la JCP. A pesar de que se decía que era una lumbrera nunca nos dio una charla de nada. Nunca en el PC se le nombró para nada. Cuando en 1961 desapareció nadie se dio cuenta ni lo extrañó. Por esas razones Carlos de la Riva, que era secretario de control del CR del PC le tenía antipatía,pues oficiaba de «izquierdista» y tenía un comportamiento burgués. NUNCA colaboró con el Partido. Debido a esto y sintiéndose aislado se fue a Ayacucho llamado por un amigo suyo llamado Efraín Morote Best que era un folklorista con quien estudió en la UNSA y ahora era rector de la recién reabierta Universidad de Huamanga. Eso es todo. Cuando Guzmán se va Ayacucho ya era treintón y esa edad no le va entrar fiebre revolucionaria, esafiebre es juvenil. NOTA. Nunca mostró entusiasmo por la Revolución Cubana y tenía un amigo llamado Daniel Neyra con el que estudiaba derecho y era militante del PC. Neyra admiraba su inteligencia y justificaba su extraño comportamiento diciendo «así es pue».

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