A construir la victoria

Por Fredy León

La dictadura está derrotada políticamente. Lo muestran las recientes encuestas (CPI 72% de rechazo a Dina; 90% desaprueba al congreso; 56% desea una nueva constitución; 80% pide adelanto de las elecciones) y se siente en las calles; la dictadura no ha logrado darle estabilidad al país, no tiene un proyecto político propio, la justicia internacional empieza a resoplar tras las nucas de Dina y Otárola. La tarea de la dictadura se ha reducido a pagar las nóminas de la burocracia estatal y ofrecer plata a los policias, gobiernos regionales y municipales para ganar adeptos y quebrar la resistencia popular que se mantiene firme (62% de apoyo según CPI)

Es una dictadura sin futuro ni imaginación que hasta carece de un discurso propio. Dina cada vez más parece una burda copia del chino y Otárola una pésima imitación del doc.

Que la dictadura esté políticamente derrotada no significa que el movimiento popular haya triunfado. Estamos en el punto medio, ese periodo de transición del cual hablaba Gramsci, donde lo viejo se niega a morir y lo nuevo lucha por nacer.

Derrotada la dictadura ¿qué falta al movimiento popular para poder triunfar?

Primero unidad; segundo unidad y tercero más unidad.

La fuerza de las multitudes que se expresan en las calles no pueden seguir actuando de manera dispersa, espontánea y sin objetivos claros. Hay que deshacerse de esa mentalidad sectaria que tiene pánico a la historia y se contenta marcando el paso en el mismo lugar.

Construir la más amplia unidad del pueblo es el requisito básico e indispensable para poder triunfar. Hay que construir la unidad para que el movimiento popular se convierta en la nueva mayoría política y social y sea la fuerza protagónica del proceso de cambios que el país necesita.

La unidad significa organización, conciencia, responsabilidad, disciplina, compromiso con el país y voluntad de luchar para triunfar. Ya no se trata únicamente de luchar para denunciar los crímenes de la dictadura y resistir los embates de la represión; se trata de pasar a la ofensiva y con la movilización popular conquistar el derecho a ser gobierno.

Todo indica que, tarde o temprano, el país irá a las urnas para definir el desenlace de éste periodo político. Y cuanto más temprano mejor para el país.

La ultra derecha ha condicionado el adelanto de elecciones a su propósito de tener bajo su control el Jurado Nacional Electoral y la Oficina Nacional de Procesos Electorales. Habría que ser muy ingenuo para pensar que si la ultra derecha logra controlar -o neutralizar- a los organismos electorales vamos a tener unas elecciones mínimamente democráticas. Todo lo contrario. Las próximas elecciones se van a realizar en un ambiente antidemocrático y con la cancha totalmente inclinada hacia la derecha.

La ultra derecha lucha básicamente por tener el control de las instituciones, el movimiento popular tiene que reforzar su presencia en la conciencia política del pueblo y forjar sus instrumentos políticos unitarios para vencer.

Hay que actuar con mucha audacia, imaginación, creatividad y enorme responsabilidad. Es bastante lo que se ha logrado en estos tres meses con la heroica movilización popular, pero se necesita mayores esfuerzos y decisión para dar ese salto cualitativo y a partir de las movilizaciones lograr que el movimiento popular se transforme en un importante factor de poder en la lucha política.

Y como hemos dicho la clave está en la unidad. En la decisión y sabiduría que tenga el movimiento popular para forjar una organización unitaria, para construir su vanguardia colectiva y lograr que la fuerza de esa multitud plebeya, popular, provinciana y democrática, que hoy lucha en las calles, se transforme en una voluntad única y con capacidad para aglutinar a todas las fuerzas y sectores sociales que aspiran a construir una patria nueva.

Esa unidad hay que construirlo de abajo hacia arriba, tiene que ser expresión genuina y democrática de los hombres y mujeres de ese nuevo país que hoy asoma, de los nadies que con sangre y sudor están descubriendo que tienen una patria para conquistar. Con ellos hay que construir la unidad, hay que forjar en cada comunidad, distrito y provincia los comités unitarios por la democracia, justicia y la transformación del país.

La dictadura está derrotada, no tiene futuro. Es hora de construir la victoria del movimiento popular y forjar la más amplia unidad política y social para refundar la patria.

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"Nada de lo que es humano me es ajeno." Federico Engels
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